
La regla del plato es una guía visual sencilla y efectiva para armar comidas balanceadas sin complicaciones. Consiste en dividir tu plato en tres partes: la mitad debe estar compuesta por verduras y frutas, un cuarto por proteínas (como carnes magras, huevos, legumbres o tofu) y el otro cuarto por carbohidratos integrales (como arroz, pasta, papa o pan). Esta proporción ayuda a controlar las porciones y a garantizar variedad de nutrientes en cada comida.
Creada por expertos en nutrición de instituciones como Harvard, esta regla busca alejarse de las dietas restrictivas y enfocarse en hábitos sostenibles. Además, promueve el consumo de alimentos frescos y menos procesados, lo cual contribuye a mantener un peso saludable, mejorar la digestión y reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión.
No hace falta ser un chef ni contar calorías: solo mirar tu plato y asegurarte de que esté bien distribuido. También podés complementar con agua, frutas de postre y moderar los ultraprocesados. Adoptar esta regla es un paso práctico hacia una alimentación más consciente y saludable.