
Tras una temporada de debut llena de logros individuales, Angel Reese, figura emergente de la WNBA, ha declarado su firme intención de llevar a las Chicago Sky a un nuevo nivel competitivo. A pesar de haber sido seleccionada para el Juego de las Estrellas y de haber impuesto récords en rebotes y dobles-dobles, la campaña del equipo no alcanzó las metas esperadas, quedando fuera de los playoffs. Esta experiencia ha motivado a Reese a elevar su rendimiento personal con un enfoque claro en la construcción de una cultura ganadora dentro del equipo.
Durante su primer año en la liga, Reese demostró un dominio notable en el reboteo, liderando temporalmente la liga en esta categoría antes de que una lesión en la muñeca interrumpiera su impulso. Aunque su impacto individual fue incuestionable, los resultados colectivos no reflejaron su esfuerzo, lo que ha llevado a la jugadora a trabajar intensamente en ampliar su arsenal ofensivo. Su meta es convertirse en una pieza aún más versátil en el esquema de las Sky, con miras a transformar sus contribuciones estadísticas en victorias tangibles.
De cara a la próxima temporada, la jugadora se muestra confiada en el potencial del equipo, destacando la presencia de liderazgo experimentado y una estructura técnica fortalecida. Su compromiso con el desarrollo colectivo y personal podría tener un efecto directo en la competitividad de las Sky, que buscarán consolidarse como contendientes a los playoffs. La evolución de Reese será clave para medir si su determinación puede traducirse en un cambio sustancial en la trayectoria del equipo.