
Donald Trump ha sancionado la Ley de Eliminación de Contenidos, también conocida como Take it Down Act, con el objetivo de frenar la distribución no consensuada de imágenes íntimas, particularmente aquellas creadas mediante inteligencia artificial. La norma criminaliza la divulgación deliberada de contenido sexual sin autorización, incluyendo los llamados deepfakes, marcando un avance significativo en la legislación digital frente a los retos éticos y legales que plantea la tecnología de generación sintética de imágenes.
Plataformas deben actuar en menos de 48 horas
El eje de esta ley es la prohibición explícita de la difusión de material íntimo, ya sea real o generado artificialmente, sin consentimiento. Además, establece que las plataformas digitales y redes sociales están obligadas a retirar el contenido en un plazo máximo de 48 horas tras recibir la solicitud de la víctima. Con esta disposición, se pretende empoderar a las personas afectadas, otorgándoles un recurso legal ágil para solicitar la eliminación de contenido dañino y exigir reparación por los perjuicios causados.
Mayor responsabilidad para plataformas tecnológicas
Una consecuencia directa de esta legislación es el incremento en la responsabilidad legal de las plataformas digitales y los creadores de contenido sintético. El marco normativo impone sanciones civiles a quienes incumplan los plazos de eliminación, lo que podría motivar a las empresas tecnológicas a reforzar sus mecanismos de moderación y detección de deepfakes. Esta ley federal establece criterios unificados a nivel nacional, ofreciendo mayor protección a las víctimas y marcando un precedente en la regulación de contenidos íntimos en la era de la inteligencia artificial.