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El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reafirmó el compromiso del banco central con su mandato de estabilidad de precios y máximo empleo durante un discurso en la Universidad de Princeton. En un contexto de crecientes cuestionamientos, presuntamente impulsados por el descontento del presidente Donald Trump con la política de tasas de interés, Powell subrayó que las decisiones de la Fed deben estar guiadas por los datos y no por presiones políticas. Su intervención busca blindar la credibilidad institucional en medio de señales de tensión entre la Casa Blanca y la autoridad monetaria.

Un mensaje directo para los mercados y la comunidad internacional

La consecuencia inmediata de estas declaraciones es una reafirmación pública de la autonomía de la Reserva Federal, elemento esencial para garantizar la confianza de los mercados y la estabilidad del sistema financiero global. Powell insistió en que la Fed debe mantenerse al margen de intereses partidistas, destacando la importancia de tomar decisiones a largo plazo, independientemente del clima político. Este posicionamiento fortalece la percepción de una política monetaria responsable y técnica, en momentos donde la incertidumbre global exige instituciones sólidas.

Una relación cada vez más tensa con la Casa Blanca

Las críticas de Trump hacia la Fed, que aparentemente buscan influir en sus decisiones para obtener beneficios económicos inmediatos, han encendido las alarmas sobre una posible injerencia en la política monetaria. La postura de Powell en Princeton representa una respuesta directa y firme frente a estas presiones, marcando un precedente sobre la necesidad de proteger la independencia de los organismos técnicos. La evolución de esta confrontación será clave para entender el rumbo de la economía estadounidense y su credibilidad ante el entorno internacional.

Publicado por: Editor Minuto30

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