
El expresidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva de gran relevancia que permite reactivar el desarrollo de la aviación supersónica en Estados Unidos. Esta medida, considerada histórica por sectores tecnológicos y aeroespaciales, elimina regulaciones previas que restringían el vuelo supersónico sobre territorio continental, lo cual, presuntamente, abrirá nuevas oportunidades para la innovación en el transporte aéreo de alta velocidad.
Impacto regulatorio y perspectivas de la industria
Con esta decisión, se habilita nuevamente la posibilidad de operar aeronaves supersónicas sobre tierra firme, algo que había sido limitado desde los años 70 por preocupaciones relacionadas con el ruido sónico y el impacto ambiental. Según versiones preliminares del sector, este cambio normativo podría acelerar inversiones en proyectos aeroespaciales avanzados, y permitir que empresas tecnológicas retomen desarrollos que hasta ahora permanecían detenidos por falta de viabilidad regulatoria.
Consecuencias para el liderazgo tecnológico y comercial de EE.UU.
Una consecuencia directa de esta medida es el reposicionamiento estratégico de Estados Unidos en la carrera global por la aviación de nueva generación. La posibilidad de reintroducir vuelos supersónicos comerciales podría impulsar la competitividad de la industria aeronáutica estadounidense, al tiempo que plantea nuevos desafíos en cuanto a sostenibilidad y regulación internacional. Esta iniciativa, aparentemente, también busca reforzar la percepción de liderazgo tecnológico en un sector clave para la economía y la seguridad nacional.