Un denunciante clave que estaba revelando las prácticas dudosas de producción de Boeing fue hallado sin vida, según informó la BBC. El fallecido, John Barnett, un antiguo empleado de Boeing con 32 años de servicio, había estado al frente como gerente de calidad en la planta de North Charleston, responsable de la fabricación del 787 Dreamliner. Barnett estaba en medio de una batalla legal contra Boeing, lista para testificar sobre las irregularidades que había descubierto.
🚨 #BREAKING: BOEING WHISTLEBLOWER FOUND DEAD OF “SELF-INFLICTED” GUNSHOT WOUND IN THE US
This comes just a FEW DAYS after ex-Boeing employee John Barnett began handing over key pieces of evidence in a lawsuit alleging the airplane manufacturer covered up safety concerns such as… pic.twitter.com/J0PvQej8M9
— Nick Sortor (@nicksortor) March 11, 2024
Revelaciones alarmantes del empleado de Boeing
Barnett había destapado un escándalo al alegar que Boeing deliberadamente instalaba piezas de baja calidad en sus aviones. Además, señaló graves fallos en los sistemas de oxígeno, poniendo en peligro la seguridad de los pasajeros. Según declaraciones a la BBC, el proceso de ensamblaje se vio comprometido por la prisa en la producción, lo que permitió la instalación de componentes defectuosos. Barnett también alertó sobre el incumplimiento de los procedimientos de control de calidad, permitiendo que partes deficientes fueran utilizadas en aeronaves.
❗💥✈️🇺🇸 – #BREAKING: A former Boeing employee, John Barnett, known for raising concerns about production standards, has been found dead in the US.
Barnett alleged that substandard parts were installed on aircraft and warned of problems with oxygen systems. After retiring, he… pic.twitter.com/dfwWsiydTm
— 🔥🗞The Informant (@theinformant_x) March 11, 2024
Negaciones y confirmaciones
Boeing ha negado las acusaciones, pero investigaciones de la FAA han corroborado algunas de las preocupaciones de Barnett. Una revisión reciente encontró múltiples violaciones a los estándares de calidad. Además, la NTSB descubrió que un Boeing 737 Max que explotó en enero carecía de pernos en las puertas.