
Dos adolescentes belgas se encuentran en problemas legales en Kenia después de ser detenidos con 5.000 hormigas en su poder. Las autoridades kenianas, que interceptaron a los jóvenes bajo circunstancias aún no esclarecidas, les han impuesto cargos por posibles violaciones a las leyes de protección de fauna local. Este hallazgo ha suscitado una gran preocupación por la posible extracción ilegal de especies nativas.
Como consecuencia directa, los adolescentes enfrentan una multa de 7.700 dólares o, en su defecto, una pena de prisión de hasta un año. Esta sanción refleja el firme compromiso de Kenia con la conservación de su biodiversidad y la protección de su fauna frente a prácticas de biopiratería o tráfico ilegal.
El caso resalta la importancia de que los visitantes internacionales comprendan las regulaciones locales sobre fauna y flora. Kenia ha endurecido las normativas para evitar el tráfico de especies, y este incidente subraya las graves consecuencias que pueden enfrentar quienes no respeten dichas leyes.