Marketing Insider Review

Durante décadas, Apple ha consolidado una cadena de suministro global altamente especializada, principalmente en Asia, que ha sido clave para mantener su rentabilidad y capacidad de respuesta frente a la demanda. La compañía, presuntamente, no ha encontrado incentivos comerciales suficientemente atractivos como para trasladar la fabricación de sus dispositivos insignia, como el iPhone, a territorio estadounidense. La infraestructura avanzada, la mano de obra capacitada y la eficiencia en costos ofrecidas por países como China han sido determinantes en esta decisión.

Riesgos de concentración productiva y dependencia asiática

Una consecuencia directa de esta estrategia ha sido la alta concentración de procesos clave en Asia, particularmente en China, lo cual ha expuesto a Apple a riesgos significativos. Entre ellos se encuentran las disrupciones logísticas vividas durante la pandemia y las tensiones comerciales crecientes entre Washington y Pekín. La falta de una diversificación geográfica más equilibrada ha creado una vulnerabilidad estructural que podría afectar tanto la operación como la resiliencia de la marca ante eventos inesperados.

Posibles cambios si el entorno político y fiscal se transforma

A futuro, un cambio en las condiciones globales —como nuevos incentivos fiscales o medidas proteccionistas en EE. UU.— podría obligar a Apple a revaluar su modelo de producción. Un escenario con subsidios a la manufactura nacional o aranceles a la importación, presuntamente, alteraría la ecuación económica y estratégica de la compañía. En ese contexto, una eventual relocalización parcial de operaciones tendría un impacto directo en costos, precios y disponibilidad de productos, así como en la dinámica competitiva del mercado tecnológico global.

Publicado por: Editor Minuto30

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