EFE

Sterling Williams, un empleado de mantenimiento de 33 años, fue arrestado tras admitir su participación en la fuga de diez reclusos del centro de detención de Nueva Orleans, en lo que ha sido catalogado como una de las evasiones más significativas en la historia reciente del sistema penitenciario estadounidense. Según documentos judiciales, Williams presuntamente cortó el suministro de agua que cubría un agujero en una celda, permitiendo que los prisioneros escaparan por un pasadizo oculto. El acusado alegó haber actuado bajo amenaza, tras ser intimidado por uno de los internos con un arma improvisada.

Presión sobre la Oficina del Sheriff y fallas en seguridad

Como consecuencia directa, la Oficina del Sheriff de la Parroquia de Orleans (OPSO) enfrenta una creciente presión pública y política, con severas críticas sobre sus protocolos de seguridad y la conducta de su personal. La fiscal general de Luisiana, Liz Murrill, declaró que Williams debió haber reportado el plan de fuga en lugar de cooperar. El incidente ya ha derivado en la suspensión de tres empleados adicionales y ha revelado un retraso significativo en la notificación a otras agencias de seguridad, lo cual ha generado cuestionamientos sobre la transparencia institucional.

Repercusiones políticas y operativas

La situación también ha tenido implicaciones políticas, luego de que la sheriff Susan Hutson anunciara una pausa en su campaña de reelección y asumiera la responsabilidad por las fallas. El hecho ha puesto al descubierto graves deficiencias estructurales, ya que los reclusos lograron manipular el mobiliario carcelario y cortar barras metálicas sin ser detectados. La búsqueda de los prófugos continúa, y las autoridades han advertido que cualquier colaboración externa será penalizada. Mientras tanto, se ha iniciado una revisión integral de los procedimientos internos para prevenir futuras fugas.

Publicado por: Editor Minuto30

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