Kiarra Jones, una asistente de autobús escolar en Englewood, ha sido arrestada y acusada de múltiples cargos relacionados con la agresión a un niño con discapacidad mental. Según versiones preliminares, Jones fue captada golpeando al niño en la cara y el cuerpo, además de intentar romperle una pierna. Este incidente ocurrió durante el trayecto en el que Jones debía encargarse de la supervisión de los niños en el autobús escolar.
Tras una investigación, la policía de Englewood formuló cargos adicionales contra Jones, sumando un total de nueve cargos por delitos graves de agresión y dos cargos por abuso infantil. Las autoridades han calificado el hecho como una grave violación de la confianza depositada en el personal encargado del bienestar de los menores. Jones fue acusada de agresión en tercer grado, un delito grave de clase 6, debido a que el niño se encontraba en una situación de vulnerabilidad.
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Como consecuencia directa del hecho, la comunidad ha expresado indignación, y se espera que el caso continúe siendo investigado exhaustivamente. Además, el incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad y la supervisión adecuada en el transporte escolar, especialmente para niños con necesidades especiales.