La Administración Biden se encuentra sumida en una crisis migratoria sin precedentes, con más de 10.5 millones de encuentros ilegales registrados desde el inicio de su mandato. Esta abrumadora cifra supera con creces la suma de los encuentros ilegales durante los tres mandatos presidenciales anteriores, generando tensiones significativas a lo largo de las fronteras del país.
La magnitud del problema: Cifras alarmantes en aumento constante
Desde que Joe Biden asumió la presidencia, se ha observado un aumento constante en el número de inmigrantes ilegales que cruzan la frontera. Con casi nueve millones de encuentros registrados, la situación es más preocupante si se consideran los 1.7 millones de individuos sin papeles reconocidos oficialmente que lograron cruzar sin ser detenidos por las fuerzas del orden.
Estos datos, proporcionados por el Departamento de Seguridad Nacional, revelan que más de 10.5 millones de inmigrantes han ingresado de manera irregular durante el mandato de Biden. Este problema, lejos de mejorar, está descontrolándose aún más, evidenciado por los casi un millón de encuentros reportados en los tres primeros meses del año fiscal 2024.
El mandato con más aprehensiones de la historia: Un desafío fuera de control
El mandato de Joe Biden se ha destacado por tener la mayor cantidad de detenciones en la historia, sin contar a los indocumentados que lograron entrar sin ser interceptados por las fuerzas del orden. Desde que asumió el cargo, el número de inmigrantes ilegales que cruzaron la frontera supera la suma de los dos últimos años de George W. Bush, los ocho de Barack Obama y los cuatro de Donald Trump juntos, abarcando el período de 2006 a 2020.
Durante esos 14 años previos a la presidencia de Biden, se contabilizaron oficialmente 8,053,647 encuentros, casi un millón menos que los registrados durante los tres años del actual mandato. Incluso si se suman las 1,189,075 aprehensiones oficiales de 2005, la diferencia en 15 años sería de apenas 330,000 más que durante el trienio de Biden al frente del país.
Tensiones entre administraciones y una fractura evidente
La situación se ha vuelto insostenible, generando tensiones significativas entre las administraciones estatales y federales a lo largo de las fronteras. Texas, un estado republicano, es el ejemplo más claro de esta fractura, aunque la evidencia de tensiones también se manifiesta en territorios demócratas como Arizona y California. Estos estados, lejos de apoyar incondicionalmente las políticas migratorias progresistas, están demandando más recursos y medios para hacer frente a la crisis.
Incluso ciudades santuario alejadas de la frontera, como Nueva York y Chicago, están exigiendo un cambio radical, además de recursos financieros, al recibir autobuses llenos de inmigrantes procedentes de la frontera.
El Congreso enfrenta obstáculos en medio de la crisis migratoria
La crisis migratoria también ha impactado las actividades del Congreso, donde los legisladores republicanos han vinculado las ayudas a Ucrania a un acuerdo sobre la frontera. Sin embargo, las posturas en el Senado están lejos de alcanzar un consenso, y los intentos de acuerdo entre miembros conservadores y demócratas fueron rápidamente sofocados.
El último trimestre de 2023: Un periodo especialmente intenso
Los últimos tres meses de 2023 fueron testigos de una intensificación en la entrada de inmigrantes ilegales, alcanzando la impactante cifra de 988,819 encuentros solo en ese período. La situación obligó a lugares como Tucson, en Arizona, a renunciar a realizar acciones más allá de registrar a los inmigrantes ilegales debido a la abrumadora cantidad de llegadas. Registraron más de 19,000 encuentros en una semana, marcando un récord histórico.
Las autoridades se vieron obligadas a cerrar el tráfico ferroviario entre El Paso y Eagle Pass, conectando Texas con México, en diciembre. Incluso la gobernadora demócrata de Arizona, Katie Hobbs, tuvo que desplegar a la Guardia Nacional en la frontera sur ante el desarrollo preocupante de los acontecimientos.
La Administración Biden enfrenta una crisis migratoria desbordante, con más de 10.5 millones de encuentros ilegales registrados durante su mandato. La magnitud del problema ha generado tensiones entre las administraciones estatales y federales, así como obstáculos en el Congreso para abordar otros asuntos importantes. La urgencia de encontrar soluciones efectivas es evidente, ya que la situación actual está fuera de control y afecta a la estabilidad del país.