Un informe revelador presentado por The New York Times y CNN ha sacudido los cimientos de la reciente escalada de violencia en Oriente Medio. Según los análisis realizados por expertos y medios estadounidenses, las bombas empleadas por Israel en el ataque devastador ocurrido el domingo en un campo para desplazados cerca de Rafah, en Gaza, se fabrican en Estados Unidos.
La tragedia en el campo de refugiados dejó un saldo desgarrador de 45 personas muertas, en su mayoría civiles inocentes. Los restos de munición encontrados en el lugar del ataque se identificaron como provenientes de una GBU-39, una bomba diseñada y fabricada en territorio estadounidense, según informa The New York Times.
CNN, por su parte, respalda esta conclusión al afirmar que «se utilizaron municiones fabricadas en Estados Unidos en el mortal ataque israelí». La cadena de noticias, tras analizar meticulosamente un video compartido en redes sociales y geolocalizado por expertos, identificó la cola de una bomba de pequeño diámetro (SDB) GBU-39 de fabricación estadounidense.
Esta revelación plantea serias preguntas sobre la responsabilidad y el papel de Estados Unidos en el conflicto en Oriente Medio. Además, arroja luz sobre el impacto devastador de la venta de armas y bombas por parte de Estados Unidos a actores en la región, alimentando así el ciclo de violencia y sufrimiento.