Catapultas electromagnéticas: Inician pruebas lanzando carga muerta al río James en Virginia

El proceso de modernización del arsenal naval estadounidense continúa avanzando con paso firme. En esta ocasión, el astillero Huntington Ingalls Industries (HII) ha anunciado el inicio de las pruebas del innovador sistema de catapultas electromagnéticas que equipará al flamante portaaviones USS John F. Kennedy (CVN 79) de la Armada de los Estados Unidos (US Navy).

Avanzando hacia una nueva era tecnológica en el mar

Este sistema, conocido como EMALS, ya ha demostrado su eficacia en el portaaviones USS Gerald R. Ford (CVN 78), donde reemplazó con éxito a las antiguas catapultas de vapor. Ahora, el turno es para el USS John F. Kennedy, que se prepara para recibir esta tecnología de vanguardia que promete mejorar significativamente sus capacidades operativas.

Check this out! Our #NewportNewsShipbuilding division has started topside #EMALS testing on the aircraft carrier John F. Kennedy (#CVN79). Check out these photos of the launch testing and learn about its importance here: https://t.co/9n3OhRDXAd pic.twitter.com/NFIyOgaFSI

— HII (@WeAreHII) February 21, 2024

Las pruebas iniciales de catapultas electromagnéticas, realizadas sin carga, han sido superadas con éxito. El equipo del HII, en colaboración con la tripulación del John F. Kennedy, ha demostrado la funcionalidad y eficacia del sistema, incluso bajo condiciones simuladas de carga muerta.

NEW: Aircraft carrier USS John F. Kennedy (CVN-79) is catapulting objects into the James River in Virginia to test its plane launching capabilities.

The footage was recently released by Huntington Ingalls Industries (HII), a ship building company.

The Kennedy features an… pic.twitter.com/aJ3dHDMkNP

— Collin Rugg (@CollinRugg) February 27, 2024

Un paso hacia el futuro de la aviación naval: Catapultas electromagnéticas

Este hito marca un importante avance en la modernización de la flota naval estadounidense. El EMALS, con sus 91,44 metros de longitud, tiene la capacidad de catapultar aviones a velocidades cercanas a los 240 km/h, ofreciendo una mayor precisión y reduciendo la tensión sobre el fuselaje de las aeronaves.