El emblemático Foster’s Freeze en Lemoore ha cerrado sus puertas de manera permanente, dejando perplejos a muchos residentes locales. La imposibilidad del propietario para cumplir con el reciente aumento del salario mínimo de California, que ahora se sitúa en 20 dólares por hora para los trabajadores de comida rápida, desencadenó el sorpresivo cierre.
El anuncio del cierre, que tuvo lugar el pasado lunes, dejó a varios empleados incrédulos, algunos incluso pensaron que se trataba de una broma del Día de los Inocentes. Sin embargo, la realidad se impuso cuando la noticia se confirmó, dejando a la comunidad con sentimientos encontrados.
El aumento del salario mínimo, si bien es bienvenido por muchos trabajadores, ha generado preocupaciones entre los propietarios de negocios locales. Según Rich Mostert, director del Centro de Desarrollo de Pequeñas Empresas en el Colegio Comunitario de Clovis, los aumentos de costos como este a menudo se transfieren al consumidor, lo que podría afectar los precios de los productos y servicios.
El cierre de Foster’s Freeze ha generado un debate sobre las políticas salariales y su impacto en la economía local. Algunos argumentan que los trabajadores merecen un salario digno, mientras que otros temen las consecuencias para los pequeños negocios.