
Trabajar desde casa puede presentar desafíos para mantener la concentración debido a distracciones y la falta de un entorno laboral formal. Crear un espacio dedicado exclusivamente al trabajo, libre de interrupciones, es fundamental para aumentar la productividad.
Establecer horarios claros, priorizar tareas y utilizar técnicas como la Pomodoro ayudan a estructurar la jornada y evitar la dispersión. Además, es importante cuidar la ergonomía y tomar pausas activas para reducir la fatiga física y mental.
Adoptar estas prácticas favorece un rendimiento constante y la separación saludable entre vida laboral y personal, mejorando el bienestar general.