La preventa de la esperada consola Nintendo Switch 2 ha superado las proyecciones iniciales, generando un volumen de reservas que presuntamente desbordó la capacidad de los minoristas. La respuesta masiva de los consumidores agotó rápidamente las unidades disponibles, lo que dejó a un número considerable de interesados sin posibilidad de concretar su pedido en esta primera fase. Este escenario ha provocado una ola de frustración entre quienes esperaban asegurar el dispositivo desde el inicio.
Como consecuencia directa, muchos potenciales compradores enfrentan ahora incertidumbre respecto a cuándo podrán adquirir la consola, cuyo lanzamiento oficial está previsto para junio de 2025. Además, según versiones preliminares, esta escasez inicial podría incentivar el surgimiento de un mercado secundario con precios inflados, lo que aumentaría la presión para quienes aún no han conseguido una reserva.
Para Nintendo y sus distribuidores, este fenómeno representa tanto una señal positiva como un desafío operativo. Si bien confirma el alto nivel de interés por la consola, también obliga a ajustar estrategias de producción y distribución para responder eficazmente a la demanda sostenida. La compañía deberá equilibrar la expectativa del mercado con una oferta suficiente que evite nuevos episodios de escasez y preserve la experiencia del consumidor.