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Scott Bessent, secretario del Tesoro de EE. UU., ha alertado sobre la insostenibilidad de los aranceles impuestos a China, advirtiendo que podrían resultar en la pérdida de hasta 10 millones de empleos en el país asiático si no se ajustan las políticas comerciales. Según Bessent, una reducción parcial de estos aranceles aún podría costar hasta 5 millones de empleos, lo que generaría un grave impacto en la economía de China. Estas declaraciones se dan en un contexto de desajuste comercial entre ambas naciones, lo que incrementa la presión sobre Pekín para reconsiderar sus estrategias comerciales.

El secretario del Tesoro de EE. UU. busca intensificar la presión sobre el gobierno chino para que modifique su enfoque y busque una solución negociada que evite consecuencias económicas devastadoras. La amenaza de una pérdida masiva de empleos podría ser un factor decisivo en las negociaciones comerciales, ya que la estabilidad laboral es un tema de alta prioridad para el gobierno chino. Si bien las tensiones comerciales continúan, estas advertencias subrayan la necesidad urgente de una resolución diplomática.

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En el ámbito global, la posibilidad de una recesión económica en China tendría un efecto directo en la cadena de suministro mundial, desestabilizando los mercados regionales y afectando a economías dependientes de la manufactura china. La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de las negociaciones, conscientes de las repercusiones que un conflicto comercial prolongado entre las dos mayores economías podría tener en la economía global.

Publicado por: Editor Minuto30

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