El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha intensificado su acción legal contra Google, proponiendo la disolución de su infraestructura tecnológica publicitaria. Esta medida busca abordar las alegadas prácticas anticompetitivas de la compañía, que domina el mercado de la publicidad digital. Según versiones preliminares, la separación de este negocio podría aumentar la competencia y la transparencia en el sector.
La propuesta ha generado una creciente incertidumbre regulatoria, lo que podría forzar a Google a reconsiderar su modelo de negocio y su estrategia a largo plazo. De ser implementada, esta medida afectaría de manera significativa la compra y venta de anuncios digitales, impactando a anunciantes, editores y a otras empresas dentro del ecosistema publicitario.
Este enfoque refuerza la creciente preocupación de las autoridades estadounidenses sobre el poder de mercado de las grandes tecnológicas. La posible reestructuración de Google establece un precedente en los esfuerzos regulatorios para promover una mayor competencia en la industria digital, lo que atraerá la atención de la industria tecnológica y los reguladores internacionales.