Según una investigación citada por el New York Times, la piloto del helicóptero Black Hawk que colisionó con un vuelo de American Airlines habría cometido varios errores críticos y desatendido una advertencia directa de su copiloto antes del accidente. De acuerdo con las versiones preliminares, el helicóptero volaba a una altitud inadecuada y, en los momentos previos al impacto, la capitana Rebecca Lobach no ejecutó el cambio de rumbo recomendado por el suboficial Andrew Eaves, quien también fungía como su instructor de vuelo.
El informe señala que, aparentemente, la comunicación entre la torre de control y la aeronave fue insuficientemente clara y urgente, lo que habría contribuido a la tragedia. Según el NYT, Eaves sugirió a Lobach que giraran hacia la izquierda, una maniobra que podría haber incrementado la distancia con respecto al vuelo comercial 5342, el cual se aproximaba a una pista a baja altitud. Sin embargo, la maniobra no se realizó, agravando el riesgo de colisión.
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Como consecuencia directa de estos fallos, el accidente resultó en la pérdida de más de 60 vidas, marcando uno de los episodios más trágicos recientes en la aviación estadounidense. Las autoridades continúan evaluando la cadena de decisiones y errores que llevaron a este desenlace para establecer responsabilidades y fortalecer los protocolos de seguridad aérea.