Foto tomada de video

Kevin Ware Jr., exjugador de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), fue condenado a 30 años de prisión tras aceptar su responsabilidad en el asesinato de su pareja, Taylor Pomaski, de 29 años. La sentencia fue resultado de un acuerdo con la fiscalía, que permitió evitar un juicio y sellar una condena firme. Según documentos judiciales, el crimen fue de extrema violencia: Ware atacó a la víctima con un cuchillo, la golpeó con un objeto contundente, la estranguló y luego intentó deshacerse del cuerpo incinerándolo.

Como consecuencia directa, el exdeportista permanecerá en prisión durante las próximas tres décadas, en lo que se considera un acto de justicia para los allegados de Pomaski. El acuerdo de culpabilidad, si bien evitó un proceso judicial largo y posiblemente traumático para los familiares, también implicó una reducción en la posible condena máxima. El caso ha generado una profunda conmoción pública tanto por la brutalidad del hecho como por la notoriedad del acusado.

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Este crimen reaviva el debate sobre la violencia de género y el riesgo que representa cuando no se detecta a tiempo. De acuerdo con versiones preliminares, Ware ya había sido detenido poco antes de la desaparición de Pomaski por posesión de drogas y armas, lo que sugiere un patrón de conducta alarmante. El hallazgo de los restos de la víctima en una zanja del condado de Harris marcó el cierre de una búsqueda angustiante y refuerza la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de protección y prevención en casos de violencia doméstica.

Publicado por: Editor Minuto30

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