Durante el festival Orange Crush, celebrado en la isla Tybee, Georgia, aproximadamente 50.000 personas se congregaron para celebrar las vacaciones de primavera. El evento, conocido por su alta afluencia juvenil, derivó en conductas desordenadas, incluyendo el consumo público de marihuana, peleas, acumulación masiva de basura en la playa y el uso indiscriminado de alcohol, según reportes preliminares de medios locales.
Además del impacto ambiental generado por los residuos dejados en espacios públicos, las autoridades también informaron sobre un incidente violento ocurrido en la zona. Aparentemente, se registró un tiroteo en horas de la noche, cerca de las 8 p. m., que dejó como saldo al menos una persona herida, la cual fue trasladada de inmediato a un centro hospitalario. La policía local continúa investigando las causas del altercado y no se han reportado detenciones hasta el momento.
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El evento ha generado preocupación entre residentes, autoridades ambientales y líderes comunitarios, debido a las consecuencias que deja cada año en términos de seguridad pública y deterioro del ecosistema costero. Como medida preventiva, se espera que el municipio revise la viabilidad de futuras ediciones del festival, en busca de alternativas que garanticen un equilibrio entre el turismo juvenil y la protección del entorno y la convivencia ciudadana.