Christopher Walrath, un guardia de prisión del estado de Nueva York, se declaró culpable de homicidio en relación con la muerte de Robert Brooks, un recluso que fue agredido mientras estaba bajo custodia y esposado en el Centro Correccional de Marcy. El incidente, ocurrido en diciembre, fue grabado por las cámaras corporales de los oficiales presentes en el momento del ataque.
En su declaración ante el tribunal, Walrath admitió haber golpeado a Brooks en varias partes del cuerpo, incluyendo la ingle, y haberle aplicado una llave de estrangulamiento. Además, reconoció que proporcionó información falsa a los investigadores durante las primeras etapas de la investigación. Como parte del acuerdo con la fiscalía, Walrath enfrentará una pena de 15 años de prisión.
Este caso podría generar presión sobre otros oficiales involucrados en el incidente, dado el precedente que establece la declaración de culpabilidad de Walrath. Además, pone de manifiesto las crecientes preocupaciones sobre el trato a los reclusos en las prisiones y podría reavivar los llamados a una mayor supervisión y reformas en el sistema correccional para evitar futuros abusos.