Un hombre de 32 años en Idaho recibió su sentencia final después de perpetrar una tragedia sin precedentes en su vecindario. El tribunal dictaminó cadena perpetua para el acusado, quien irrumpió en la casa de su vecino y segó la vida de toda una familia el Día del Padre. Este acto de violencia desgarradora, que dejó sin aliento a la comunidad, surgió a raíz de un desencuentro entre vecinos.
La trágica noche del crimen
El suceso ocurrió la noche del domingo 18 de junio de 2023, en Kellogg, Idaho. Los informes policiales señalan que una disputa entre vecinos desencadenó el horror. El agresor, identificado como mayorjon Kaylor, de 31 años en ese momento, protagonizó el fatídico episodio al irrumpir en la residencia de sus vecinos.
Un conflicto escalado
El conflicto entre las familias se intensificó tras un incidente reportado días antes. Según los registros policiales, la esposa de Kaylor denunció que uno de los hijos de la familia vecina, Devin Smith, de 18 años, se expuso de manera indecente ante ella y su hija, lo que impulsó al agresor, aparentemente sintiendo que su honor había sido ultrajado, a la furia.
Los Guardipee, una familia respetada en la comunidad, sufrieron un destino trágico esa noche fatídica. Kenneth Guardipee, de 65 años, su hija Kenna, de 41, y sus hijos adolescentes, Devin y Aiken Smith, de 18 y 16 años respectivamente, perdieron la vida a manos del agresor. Las autoridades encontraron a cada uno de ellos con una herida mortal en la cabeza.
Sentencia implacable
La jueza Barbara Duggan no mostró clemencia al emitir la sentencia contra Kaylor. Ordenó que cumpla cadena perpetua en un centro correccional estatal, sin posibilidad de libertad condicional. La audiencia de sentencia estuvo cargada de emotividad, con los familiares de las víctimas expresando su dolor y sufrimiento.