El escalofriante caso ha sacudido a la comunidad de Arizona, Estados Unidos, cuando declararon culpable a Anthony Martínez, de 28 años, por un crimen atroz: el asesinato de su propio hijo, Deshaun Martínez, de apenas 6 años de edad. El tribunal dictaminó que Martínez cometió este horrendo acto al privar a Deshaun de alimento, manteniéndolo encerrado en un armario hasta la muerte.
Los detalles desgarradores revelados en el juicio muestran que Deshaun, quien en su momento pesaba 34 libras, se encontró inconsciente pesando tan solo 18 libras, evidenciando claramente el cruel trato al que lo sometieron. Según la investigación policial, Martínez mantenía a sus dos hijos encerrados en un armario durante largas horas cada día, privándolos de comida y atención.
El veredicto fue claro y contundente: Martínez se hallo culpable de asesinato en primer grado. Este crimen ha dejado atónita a la sociedad, y el juez ha dictaminado la pena máxima: la muerte. Este caso ha despertado un debate sobre la necesidad de reformas en el sistema de protección infantil y la importancia de identificar y abordar los signos de abuso y negligencia infantil a tiempo.
Además de Martínez, su pareja, Elizabeth Archibeque, y la abuela del niño, Ann Martínez, enfrentan cargos por asesinato en primer grado, secuestro y abuso infantil. Archibeque ya fue sentenciada a cadena perpetua el año pasado, y se espera que Martínez y la abuela enfrenten un destino similar. Este caso despierta reflexiones sobre la importancia de la vigilancia comunitaria y el apoyo a las familias en riesgo para prevenir tragedias como esta en el futuro