
Prolongadas e intensas lluvias han causado el desbordamiento de ríos en ciudades del sur de Estados Unidos, provocando inundaciones significativas. Este evento meteorológico, aparentemente excepcional por su duración, ha superado la capacidad de drenaje, afectando áreas residenciales, urbanas e infraestructura clave. Las autoridades evalúan daños y coordinan rescate y asistencia.
La consecuencia inmediata es la interrupción de la vida cotidiana, con cierres de carreteras, inoperatividad de servicios y evacuaciones masivas. Presuntamente, se esperan impactos económicos significativos, incluyendo cierres de negocios, disrupción de cadenas de suministro y pérdidas en inmobiliario y agricultura. Las pérdidas económicas totales serán considerables y requerirán inversión en recuperación.
Desde la gestión de riesgos y continuidad del negocio, empresas en el sur de EE. UU. deben evaluar su exposición a estos eventos climáticos extremos y fortalecer sus planes de contingencia. Invertir en infraestructura resiliente y tener seguros contra inundaciones son cruciales para la sostenibilidad a largo plazo.