Altos representantes de Irán y Estados Unidos llevaron a cabo la quinta ronda de negociaciones indirectas en Roma, centradas en el delicado tema del enriquecimiento de uranio, el punto más conflictivo para reactivar el acuerdo nuclear de 2015, el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA). Este acuerdo quedó seriamente afectado tras la retirada unilateral de EE.UU. en 2018, y las conversaciones buscan un mecanismo para que ambas partes vuelvan a sus términos originales: Washington levantaría sanciones a cambio de que Teherán limite su programa nuclear.
Enriquecimiento de uranio: principal foco de tensión
Las discusiones se enfocaron en el creciente avance del programa nuclear iraní, que ha superado los límites establecidos en el JCPOA, aumentando sus reservas y niveles de pureza del uranio enriquecido. Esta situación ha generado preocupación internacional y ha llevado a que mediadores europeos faciliten estas negociaciones indirectas, dada la desconfianza mutua y la complejidad política de la situación.
Consecuencias e implicaciones geopolíticas
La ausencia de un acuerdo definitivo genera incertidumbre en los mercados energéticos mundiales, pues mantiene abierta la posibilidad de que las exportaciones petroleras de Irán sigan limitadas, afectando el suministro global. Además, prolonga la inestabilidad en Oriente Medio, con efectos en la seguridad regional y las alianzas internacionales, lo que exige una vigilancia constante de la comunidad global para evitar una escalada de tensiones.