En la reciente cumbre del G7 celebrada en Italia, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, protagonizó un encuentro que ha generado controversia y comentarios en todo el mundo. Durante una reunión frente a frente con el Papa Francisco, las cámaras captaron un momento de incomodidad por parte del Pontífice. Biden, en un gesto calificado como íntimo, pareció acercarse demasiado, lo que hizo que el Papa se mostrara visiblemente incómodo.
El encuentro ha desatado una ola de críticas y análisis por parte de expertos en política internacional presentes en la cumbre. Varios especialistas del G7 han señalado que el desempeño de Biden durante el evento ha sido el “peor” que jamás haya tenido un presidente estadounidense en este tipo de reuniones. Argumentan que Biden está “perdiendo el foco”, lo que podría tener implicaciones significativas en la política exterior de Estados Unidos.
Además del incómodo encuentro con el Papa, otros momentos del comportamiento de Biden en la cumbre también han sido objeto de escrutinio. En varias ocasiones, se vio al presidente deambulando por las instalaciones de la cumbre, aparentemente desorientado, y saludando al primer ministro italiano mientras este caminaba de un lado a otro.
Estos incidentes han llevado a muchos a cuestionar la capacidad de Biden para liderar en un escenario internacional tan importante. La percepción general es que el presidente no está en su mejor momento, lo que genera preocupación entre los aliados y críticos por igual.