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La Cámara de Representantes de EE. UU. ha dado luz verde a una ambiciosa reforma fiscal, considerada un paso clave en la agenda legislativa promovida por el presidente Donald Trump. Esta medida, que ahora pasa al Senado para su revisión, pretende simplificar el código tributario y estimular el crecimiento económico mediante una reducción generalizada de impuestos. La iniciativa representa una de las promesas de campaña más emblemáticas de Trump y busca transformar de manera profunda el sistema fiscal estadounidense.

Reducción de impuestos corporativos: incentivo para la inversión

De acuerdo con versiones preliminares, el proyecto contempla una bajada significativa en las tasas impositivas, tanto para empresas como para individuos. El componente central de la propuesta es la reducción del impuesto corporativo, con el objetivo de atraer inversión y facilitar la repatriación de capitales. Esta reconfiguración fiscal, de ser aprobada en su totalidad, podría influir en decisiones estratégicas de negocios, impactando la ubicación de operaciones y aumentando la competitividad global de las empresas estadounidenses.

Riesgos fiscales y reordenamiento del gasto público

Una consecuencia directa de esta aprobación en la Cámara Baja es la posibilidad de un impacto considerable en el presupuesto federal y la deuda pública. Si bien los defensores del proyecto aseguran que la reforma impulsará la economía y, a largo plazo, elevará la recaudación, los críticos alertan sobre un potencial aumento del déficit fiscal. Esta situación podría obligar al gobierno a revaluar prioridades de gasto, afectando la financiación de programas sociales y otras políticas públicas. La discusión en el Senado será determinante para definir el alcance final de esta transformación tributaria.

Publicado por: Editor Minuto30

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