El fiscal de distrito del condado de Chester, Christopher L. de Barrena-Sarobe, ha anunciado un giro escalofriante en un caso que ha conmocionado a la comunidad de Pensilvania. Una niña de tan solo 12 años, identificada como Malinda Hoagland, ha perdido la vida tras meses de suplicio a manos de su propio padre y madrastra. Las autoridades han arrestado a la pareja presuntamente responsable de este acto atroz. Rendell Hoagland, de 52 años, y Cindy Warren, de 45 años, ambos residentes del municipio de West Caln, Pensilvania, enfrentan ahora cargos relacionados con la muerte de Malinda.
Las autoridades afirman que sometieron a la niña a un tormento inimaginable. Al momento del hallazgo, apenas pesaba 50 libras y mostraba evidentes signos de maltrato físico, incluyendo múltiples fracturas óseas y hematomas por todo su cuerpo, además de presentar insuficiencia orgánica. El fiscal Barrena-Sarobe ha expresado su repulsa ante este caso, afirmando: «Malinda fue sometida a un mal tormento que ningún niño debería soportar jamás».
Los detalles macabros continúan surgiendo a medida que avanza la investigación. El padre de la niña, Rendell Hoagland, reportó a las autoridades que su hija estaba inconsciente y no respondía. Sin embargo, los profesionales médicos que acudieron al lugar se encontraron con la horrorosa realidad de la situación.
Lamentablemente, Malinda falleció apenas dos horas después de su ingreso al Hospital Paoli, donde la trasladaron de urgencia. «Malinda estaba destrozada y apenas viva», lamentó el fiscal Barrena-Sarobe, subrayando la urgencia de esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.