
Cuando se habla de autocuidado, no se trata solo de velas aromáticas o baños con sales. El autocuidado es un acto diario de responsabilidad emocional, física y mental. Significa poner en primer lugar tu bienestar integral, lo que incluye desde dormir bien hasta rodearte de personas que te suman.
Microacciones con gran impacto
El verdadero autocuidado se practica en decisiones cotidianas: decir no a compromisos innecesarios, pedir ayuda cuando lo necesitas, alimentarte bien o permitirte descansar sin culpa. Estas acciones fortalecen tu salud mental y previenen el agotamiento crónico.
Una práctica personal y transformadora
Cada persona vive el autocuidado a su manera, pero siempre tiene el mismo objetivo: vivir en equilibrio y con propósito. Y aunque darse un baño relajante puede ser parte de ello, lo más importante es construir una rutina que te sostenga, no solo que te distraiga.