Foto tomada de video

Un menor de 17 años, diagnosticado con autismo y discapacidad intelectual, resultó gravemente herido tras recibir un disparo por parte de la policía en el patio de su propia casa. Según versiones preliminares, el joven sostenía un cuchillo en la mano y, ante el temor de que pudiera hacerse daño, testigos decidieron contactar al 911 para solicitar ayuda.

Al llegar al lugar, los agentes presuntamente fueron informados de que el menor podría estar bajo los efectos del alcohol. Según los testimonios, los oficiales le exigieron que soltara el arma blanca y, apenas unos segundos después, uno de ellos abrió fuego. El disparo se produjo sin que mediara mayor diálogo o intervención especializada, dejando al joven en estado crítico.

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Este caso ha generado una ola de cuestionamientos sobre los protocolos policiales en situaciones que involucran a personas con condiciones neurodivergentes. Mientras continúan las investigaciones, organizaciones defensoras de derechos humanos y colectivos por la inclusión han comenzado a pedir respuestas claras y revisión de procedimientos frente a crisis de salud mental.

Publicado por: Editor Minuto30

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