Una terrible tragedia ha llegado a su conclusión en Chicago con la condena de Clarisa Figueroa a 50 años tras el asesinato de Marlen Ochoa López, una joven embarazada de 9 meses. Figueroa, quien cambió su declaración a culpable de asesinato en primer grado, finalmente enfrentará las consecuencias de sus atroces acciones.
Promesa de ropita de bebé lleva a una trampa mortal
La historia comenzó cuando Figueroa atrajo a Ochoa López a su casa con la promesa de ropa de bebé gratuita, publicada en redes sociales. Engañada por esta oferta, la joven madre cayó en una trampa mortal, siendo brutalmente asesinada el 23 de abril de 2019. Figueroa, junto con su hija Desiree, ejecutó un elaborado plan para sacar al bebé del vientre de Ochoa López.
Tras intensas investigaciones, los detectives encontraron el cuerpo de la embarazada Ochoa López en un bote de basura cerca de la residencia de Figueroa. Posteriormente, cuando Figueroa llamó al 911 alegando un parto, las enfermeras del hospital sospecharon y las pruebas de ADN confirmaron la verdadera identidad del bebé.
Cómplices y encubrimiento
Desiree Figueroa, cómplice en este horrendo crimen, fue condenada a 30 años de prisión tras testificar contra su madre. Por su parte, Piotr Bobak, novio de Clarisa Figueroa, también fue sentenciado a cuatro años de prisión por su papel en encubrir el crimen. Sin embargo, fue puesto en libertad condicional el año pasado.
Justicia tardía pero necesaria
La sentencia de 50 años para Clarisa Figueroa llega cinco años después de los trágicos eventos, pero sirve como un recordatorio de que los actos más viles no quedarán impunes. La comunidad espera que esta condena traiga algo de paz a la familia de Marlen Ochoa López y sirva como un ejemplo de que el sistema de justicia puede prevalecer incluso en los casos más desgarradores.