En un asombroso avance científico, Elon Musk, el visionario multimillonario y emprendedor, ha anunciado que su startup Neuralink ha logrado con éxito implantar un chip cerebral en una persona. Este innovador dispositivo ha demostrado resultados prometedores y tiene como objetivo cambiar radicalmente la vida de personas cuadripléjicas, estableciendo canales directos de comunicación entre el cerebro y las computadoras.
Chip cerebral N1 de Neuralink: Una revolución en la medicina
El chip, conocido como N1, presenta un diámetro de 8 milímetros y está equipado con 64 cables ultrafinos llamados hilos. Estos hilos, delgados como las neuronas del cerebro, tienen electrodos y aislamiento. El procedimiento quirúrgico, llevado a cabo por un robot diseñado específicamente para esta tarea, implica una incisión de 2 milímetros que se dilata a 8 milímetros, exponiendo el cráneo del paciente para colocar el chip.
El robot quirúrgico inserta los hilos de manera confiable y eficiente en el cerebro, evitando tocar venas o arterias. El chip, alimentado por una batería recargable de forma inalámbrica, permite la detección y transmisión de señales cerebrales, que son interpretadas por una aplicación. Esta aplicación descodifica la intención de movimiento de la persona, brindando control sobre dispositivos externos y modificando el funcionamiento cerebral.
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— Neuralink (@neuralink) November 22, 2023
Telepatía tecnológica para el control mental
El objetivo de Neuralink, según Musk, es permitir a las personas controlar dispositivos como teléfonos y computadoras con solo pensar. Este enfoque inicial se centra en personas que han perdido la funcionalidad de sus extremidades, ofreciendo una nueva forma de comunicación y control para aquellos que enfrentan desafíos de movilidad.
Aplicaciones potenciales y futuro del chip cerebral
Más de 200,000 personas en todo el mundo ya utilizan interfaces cerebro-computadora (BCI) por razones médicas. Implantes como los cocleares han permitido a personas sordas experimentar el sonido de alguna manera. Además, algunos dispositivos monitorean la actividad cerebral para predecir ataques epilépticos, proporcionando advertencias a los pacientes.
Neuralink planea centrarse inicialmente en la industria de la salud, ayudando a personas parapléjicas en tareas cotidianas y contribuyendo a la investigación de señales eléctricas cerebrales. La empresa también vislumbra la posibilidad de restaurar el habla, el movimiento e incluso la memoria. En el futuro, la comunicación entre individuos sin palabras podría convertirse en una realidad, permitiendo la lectura de mentes.
Desafíos y perspectivas del proyecto Neuralink
Aunque Musk ha destacado su visión de acelerar la comunicación para aquellos afectados por enfermedades degenerativas, es crucial superar diversas fases de pruebas antes de la comercialización. Neuralink y otras empresas del sector deben recopilar datos de seguridad intensivos y realizar ensayos para obtener la aprobación final de la FDA. En 2023, Neuralink recaudó al menos 363 millones de dólares, según Pitchbook.
The first human received an implant from @Neuralink yesterday and is recovering well.
Initial results show promising neuron spike detection.
— Elon Musk (@elonmusk) January 29, 2024
Musk no está solo en esta carrera. Otros actores en la investigación de interfaz cerebro-máquina, como Synchron, Precision Neuroscience, Paradromics y Blackrock Neurotech, están desarrollando sistemas similares para traducir señales cerebrales en comandos tecnológicos.
La trayectoria histórica y el crecimiento del campo
Aunque el chip de Neuralink puede parecer ciencia ficción, la investigación en interfaz cerebro-máquina ha estado en marcha desde la década de 1970. En 2016, un hombre paralítico utilizó BCI para controlar un brazo robótico en un histórico encuentro con el presidente Barack Obama.
Este campo está experimentando un crecimiento significativo, con empresas como Synchron en Australia implantando dispositivos en pacientes desde 2022. A medida que la tecnología avanza, la interfaz cerebro-máquina se vuelve más accesible y ofrece nuevas esperanzas para mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan desafíos neurológicos.