
Una panadería en Conway, New Hampshire, obtuvo una victoria judicial clave en materia de libertad de expresión, luego de que un juez federal determinara que la ciudad no puede exigir la eliminación ni modificación de un mural exterior en su fachada. La obra, creada por estudiantes de secundaria, retrata un paisaje montañoso hecho de productos de panadería como donas y muffins. Según la ciudad, el mural funcionaba como un anuncio publicitario que superaba los límites de tamaño establecidos, argumento que fue descartado por el juez tras una disputa legal que puso en juego el alcance de las ordenanzas municipales frente a los derechos constitucionales.
El arte no es un anuncio: la justicia respalda a la panadería
El fallo, emitido por el juez Joseph Laplante, concluyó que la aplicación de las normas sobre letreros por parte de la ciudad violaba los derechos de libre expresión del propietario, Sean Young. Como resultado, la panadería puede mantener el mural en su fachada sin intervención gubernamental. Esta decisión no solo representa una victoria para el comercio en cuestión, sino que establece un precedente relevante para otros emprendedores y artistas que deseen utilizar sus propiedades como espacio de expresión visual en New Hampshire.
Precedente para futuras regulaciones locales
El caso pone en evidencia el conflicto entre regulación urbana y libertad de expresión, especialmente cuando las decisiones municipales parecen depender del contenido del mensaje. La panadería defendió el mural como una manifestación artística, mientras que las autoridades locales lo clasificaron como un letrero comercial. Según el tribunal, dicha interpretación basada en el contenido constituye una violación de la Primera Enmienda. Este veredicto podría motivar a otros municipios a revisar sus normativas para no incurrir en restricciones inconstitucionales hacia ciudadanos y negocios.