
Phoenix Ikner, de 20 años y exestudiante de la Universidad Estatal de Florida (FSU), fue dado de alta del hospital y enfrenta dos cargos de asesinato en primer grado y siete de intento de asesinato, tras un tiroteo ocurrido el pasado 17 de abril en el campus universitario.
El tiroteo, que ocurrió cerca de la asociación estudiantil apenas semanas antes del fin de semestre, dejó dos personas muertas —un coordinador del comedor y un empleado del proveedor del campus— y seis más heridas. Ikner fue herido por la policía del campus al no acatar órdenes, según el informe oficial. Las autoridades no han revelado aún un posible motivo del ataque.
Ikner, quien estudiaba Ciencias Políticas y es hijo de una veterana agente del sheriff del condado de Leon, será trasladado a otra instalación carcelaria por protocolo, debido a su vínculo familiar con el departamento. Su madre, Jessica Ikner, se encuentra actualmente de licencia.
Las autoridades aún no confirman si Ikner cuenta con representación legal. Su primera comparecencia ante el tribunal está prevista para este martes por la mañana.
Según excompañeros de Ikner en Tallahassee State College, el joven mostraba posiciones políticas extremas y expresaba opiniones preocupantes, como la defensa de símbolos nazis y críticas a movimientos como Black Lives Matter y causas pro-palestinas. Aún no está claro si estos factores están relacionados con el ataque.
El jefe de policía de Tallahassee, Lawrence Revell, expresó su reconocimiento a los cuerpos de seguridad y atención médica:
“Estamos agradecidos por el trabajo de nuestros detectives, oficiales, personal médico y agencias asociadas que nos ayudaron a llegar a este punto”.
FSU confirmó que Ikner ya no está inscrito en la universidad.