
Una residencia ubicada junto al exclusivo club Mar-a-Lago, propiedad de Donald Trump en Palm Beach, Florida, ha sido puesta en venta por una suma que multiplica por 32 su valor original, marcando un nuevo récord en el ya exclusivo mercado inmobiliario local. La operación, reportada el 22 de mayo de 2025, pone en evidencia la fuerte valorización que han experimentado los bienes raíces en esta zona privilegiada, impulsada por la presencia de figuras influyentes y los altos estándares de seguridad que rodean la residencia del expresidente.
Demanda imparable por propiedades junto al poder
Aunque no se han revelado imágenes del interior de la vivienda, su atractivo radica en la ubicación estratégica y la escasez de terrenos disponibles cerca de Mar-a-Lago. La demanda, presuntamente impulsada por compradores que valoran la cercanía con el poder político y económico, ha generado transacciones recientes de hasta 27.5 millones de dólares en propiedades vecinas. Esta dinámica convierte cada metro cuadrado en una pieza codiciada del mercado de lujo estadounidense.
Un enclave cada vez más exclusivo y restringido
Una consecuencia directa de esta escalada de precios es el aumento de la gentrificación y la exclusividad del barrio, haciendo de Palm Beach un refugio casi inaccesible, incluso para compradores con alto poder adquisitivo. Si bien los actuales propietarios ven retornos extraordinarios, la barrera de entrada se eleva considerablemente, lo que podría modificar la composición social y demográfica del área. La zona consolida así su perfil como símbolo de prestigio global y como un termómetro de la concentración de riqueza en el sector inmobiliario de lujo.