
Apple celebró recientemente su Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC 2025). Las expectativas en torno a avances disruptivos en Inteligencia Artificial (IA) no se cumplieron, dejando a muchos observadores con una sensación de decepción. La compañía presentó cambios principalmente incrementales en este ámbito. Esto sugiere una estrategia más cautelosa o una fase de consolidación en su desarrollo de IA, en contraste con movimientos más audaces de sus competidores.
En cambio, Apple enfocó gran parte de su presentación en actualizaciones de software y un nuevo diseño visual. Se destacó la introducción de un nombre renovado para su software principal, junto con un estilo que denominan de «vidrio líquido». Este diseño integra elementos transparentes y orgánicos, buscando una experiencia de usuario más inmersiva. No obstante, algunos críticos han señalado que las animaciones aún parecen «a medio cocer» en las primeras versiones beta. Esto sugiere que el nuevo diseño todavía está en una fase temprana de desarrollo.
Una consecuencia directa de esta WWDC es el potencial impacto en la percepción del mercado sobre la capacidad de innovación de Apple en el ámbito de la IA. La ausencia de grandes anuncios podría generar preocupación entre los inversores y usuarios sobre el ritmo de la compañía en esta área crucial. Por consiguiente, Apple podría enfrentar una mayor presión para demostrar su liderazgo en futuras presentaciones. Esto incluye la necesidad de justificar sus altas valoraciones en un panorama tecnológico que avanza rápidamente y con aranceles crecientes.