Una situación alarmante se presentó en una guardería del condado de Wilson, donde presuntamente una trabajadora habría tenido un comportamiento inapropiado con un menor de tres años. La joven identificada como Kendrell Harris, de 21 años, fue arrestada y enfrentó cargos por negligencia infantil, por los cuales permaneció dos semanas detenida. El caso salió a la luz luego de que los padres del menor, Natalee y Ray Thompson, vieran un video que consideraron profundamente perturbador.
En las imágenes, se observa aparentemente a Harris levantando al pequeño Silas por los brazos y, en otro momento, supuestamente arrojándolo desde un asiento. Además, otro fragmento del video mostraría a la cuidadora forzando algo en la boca del niño. Según los padres, ese objeto podría haber sido melatonina perteneciente a otro infante. Ante estas acusaciones, Harris negó los señalamientos, asegurando que el menor se soltó accidentalmente de sus brazos y que lo que le dio a ingerir eran dulces, no medicamentos.
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Este incidente ha generado gran preocupación en la comunidad y ha encendido las alarmas sobre los protocolos de seguridad y supervisión en centros de cuidado infantil. Si bien Harris indicó que su reacción se debió a una frustración acumulada por problemas de comportamiento continuos del menor, el caso deja en evidencia la necesidad de una revisión profunda en la formación y apoyo emocional del personal encargado del cuidado de niños, así como la implementación de mecanismos más rigurosos de monitoreo dentro de estas instituciones.