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Una inquietante noticia ha sacudido a la opinión pública estadounidense, mostrando la escalofriante historia de Adam «Sabrina» Hetke. Es un individuo transgénero de 35 años, quien se identifica como un vampiro y ha sido condenado por un atroz acto de agresión sexual. En el perturbador metraje, Hetke apunta específicamente a un señor con discapacidad mental, amenazándolo con un cuchillo y proclamando ser un ser de la noche sediento de sangre.
Adam scared the young teen into jumping out of her bedroom window after following her home from a Waukesha gas station with a knife and sexually assaulting her.
Just weeks before the sex assault, Hetke allegedly admitted strangling a man to death in Milwaukee, after telling a… pic.twitter.com/YNvD4MisoE— Scarlett Johnson (@scarlett4kids) April 16, 2024
Según la denuncia presentada, Hetke se encontró con una adolescente de 16 años con discapacidad mental en Wisconsin, y juntos se dirigieron a la residencia de la niña, donde ocurrió la terrible agresión. Durante el horrendo acto, Hetke continuaba sus amenazas con el cuchillo, mientras le decía a la adolescente indefensa que era un vampiro, sumiendo a la víctima en un estado de profundo terror.
Las declaraciones de la denuncia revelan el espeluznante modus operandi de Hetke, quien supuestamente amenazó con morder a la víctima si no accedía a sus demandas. Lo que es aún más alarmante es el trasfondo del agresor, quien ya había cumplido condena por delitos sexuales y salió de prisión en 2020.
NEW: 35-year-old transgender who identifies as a vampire convicted of s*xually assaulting a disabled teenager.
Adam “Sabrina” Hetke specifically targeted a mentally disabled teen and threatened them with a knife.
According to the complaint, Hetke met up with a 16-year-old with… pic.twitter.com/m53alceu4D
— Collin Rugg (@CollinRugg) April 16, 2024
Pero la atrocidad no termina aquí. Adam también enfrenta cargos por estrangular a un hombre hasta la muerte con una cuerda, alegando que la víctima estaba poseída por demonios. En un giro macabro, Hetke confesó a la policía: «Yo lo maté. Dios no puede traerlo de vuelta, pero yo puedo porque soy el diablo».