Wall Street cerró al alza tras una jornada marcada por el optimismo de los inversionistas ante señales de distensión entre China y Estados Unidos. El impulso positivo en los principales índices bursátiles se atribuye, presuntamente, a las nuevas medidas de estímulo económico adoptadas por Pekín y a la expectativa de un reinicio del diálogo comercial entre ambas potencias. Estas acciones fueron interpretadas por el mercado como un posible freno a la desaceleración económica global y un paso hacia una mayor estabilidad internacional.
Como consecuencia directa, se ha observado un aumento en el apetito por activos de riesgo, con los inversionistas tomando posiciones más agresivas ante la posibilidad de avances en las negociaciones bilaterales. Según versiones preliminares, delegaciones de alto nivel de ambos países se reunirán en Suiza para discutir temas comerciales, lo que ha elevado las expectativas de acuerdos que reduzcan la incertidumbre arancelaria que ha afectado a los mercados en meses recientes.
Este repunte pone de manifiesto la fuerte dependencia de los mercados financieros frente a la evolución de la política económica global. La respuesta favorable de Wall Street refuerza la percepción de que cualquier indicio de cooperación entre Estados Unidos y China puede traducirse en una revalorización inmediata de los activos, reafirmando el papel central que juegan estas economías en el equilibrio del sistema financiero internacional.