
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, reconoció que Walmart —la principal cadena minorista del país— podría trasladar parcialmente a los consumidores el impacto de los aranceles impuestos durante la administración de Donald Trump. La declaración surge tras un mensaje del expresidente, quien advirtió a la empresa que estaría “vigilando” cualquier aumento de precios como consecuencia de estas medidas. A pesar de la presión, Walmart no absorberá totalmente los costos, lo que abre la puerta a ajustes en sus precios al público.
Se prevén aumentos en plena temporada escolar
De acuerdo con declaraciones de ejecutivos de la compañía, los precios en Walmart comenzaron a incrementarse desde finales de abril, con una aceleración más marcada en mayo. Esta tendencia, explicaron, podría intensificarse en junio y julio, coincidiendo con el inicio de la temporada de compras para el regreso a clases, un periodo clave en el consumo familiar. Según Bessent, si bien la empresa busca mitigar el impacto, una parte de los aranceles se reflejará inevitablemente en los precios finales.
Posible efecto dominó en el sector minorista
Esta situación subraya el impacto tangible de las políticas comerciales en los consumidores estadounidenses. Si Walmart, reconocido por su política de precios bajos, se ve forzado a realizar aumentos, otras cadenas podrían seguir la misma ruta, generando un efecto dominó en el sector minorista. Esto no solo afectaría el poder adquisitivo de los hogares, sino que podría incidir en una presión inflacionaria adicional, justo cuando la estabilidad de precios sigue siendo una prioridad para la política económica del país.