
La Unión Europea ha dado luz verde a la primera represalia comercial contra Estados Unidos, aplicando un arancel del 25% sobre 21.000 millones de euros en compras estadounidenses. Esta medida responde a las políticas arancelarias de Trump y señala una escalada en la disputa comercial transatlántica, buscando presionar a EE.UU. para reconsiderar su proteccionismo.
La consecuencia inmediata será un aumento en el costo de bienes estadounidenses para importadores y consumidores europeos, lo que presuntamente afectará la demanda. Podría generar una reacción de EE.UU. con aranceles recíprocos, intensificando la confrontación comercial y planteando riesgos para empresas con cadenas de suministro y mercados en ambas regiones.
Desde la gestión de riesgos comerciales y relaciones geopolíticas, esta decisión de la UE subraya la tensión en el comercio multilateral. Para CEOs con intereses en Europa y EE.UU., es crucial analizar el impacto potencial, explorar alternativas y participar en el diálogo con las autoridades para mitigar los efectos adversos.